jueves, 4 de marzo de 2010

Especulación desatada en el mercado

Sirlene Araujo

La especulación en el mercado informal pica y se extiende y no da tregua al bolsillo del consumidor.
Los compradores marabinos están asombrados y molestos al ver que un paquete de harina de maíz precocida -escasa en la red privada de supermercados- l­­a venden en 10 bolívares en Las Pulgas, un kilo de azúcar en 8 bolívares y un paquete de arroz blanco hasta en 6 bolívares.
Mientras que en la economía informal "abundan" los productos básicos escasos en la mayoría de los estableciminetos, el consumidor tiene que recorrer, por lo menos, cuatro y cinco locales, para completar su mercado.
Este viacrucis es más que conocido por las autoridades quienes admiten que hay fallas en la distribución y que hay mafias detrás de los alimentos. Pero, ¿qué hacen para evitarlo?. Hablan y hablan, achacan culpas y responsabilidades, pero no se ven acciones concretas.
En este embrollo de los alimentos hay muchas manos involucradas y es un secreto a voces que hay funcionarios corruptos, empresarios codiciosos y para de contar en esta larga cadena de la intermediación, en la que siempre sale perjudicado el consumidor.
¡No seas víctima de la especulación! ¡Defiende tu derecho a tener acceso a alimentos a precios justos!



2 comentarios:

  1. El tema de la especulación en el país ya ha sobrepasado los límites de la tolerancia, pero ya el problema no es del Gobierno que ha sido el más devorador capitalista de todos los gobiernos que Venezuela ha podido tener. El problema es el mismo ciudadano que perdió la perspectiva de lo que es la lucha social, se ha convertido en un ente pasivo que deja que los ladrones le desvalijen la casa frente a sus narices. Parece que no hay lucidez, todos son sombis caminando hacia el abismo.... y lo que falta por venir es temerario. Dios nos agarre confesaos...

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  2. Quiero decir que este fin de semana que pasó visité el mercado bicentenario. Soy una persona con discapacidad, primero me costó estacionar porque todos los puestos demarcados estaban usurpados, y luego, al llegar al zafarrancho, me consigo con colas kilométricas, era una cosa espantosa, gente por montones, pero lo que más me asombró es que se estaban llevando los productos igual o más costosos que en un Decandido cualquiera. Es terrible como la especulación se formaliza frente a nosotros y todavía decimos que "vale la pena calarse la cola porque son precios socialistas del Alba", como decía una señora que hacía la cola. Cuando intento ubicar a una de las trabajadoras para decirle si de las 20 mil cajas para pagar había una para personas con discapacidad y de la tercera edad, la mujer me dice que no pueden habilitar una caja porque la gente no la respetaría. Por Dios, además de la especulación salvaje que hay en este mercado fraudulento, violan la Ley de Personas con Discapacidad, aprobada por el mismo Gobierno Bolivariano.

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