
Johana Villalobos
El modelo económico socialista que impulsa el Ejecutivo nacional en el país le declaró la guerra a las casas de bolsa y sociedades de corretaje que componen el ahora deprimido y disminuido mercado de capitales venezolano.
Declaraciones recientes del presidente Hugo Chávez y voceros oficialistas, como el presidente de la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional Ricardo Sanguino, confirmaron que los conceptos de socialismo y mercado de valores son incompatibles cuando preguntaron al país: para qué casas de bolsa en el socialismo?; Lo que nos lleva al resto a cuestionarnos porqué si deberíamos contar con estas instancias de valores?
Por excelencia, el rol del mercado de capitales ha sido el de facilitar el flujo de fondos a los inversionistas para que éstos impulsen el crecimiento de las empresas, de manera que las compañías puedan financiarse para nuevos proyectos o para la ampliación de los que ya existen.
Los emprendedores y empresarios ven este mercado una posibilidad inagotable, ejemplo de ello son las experiencias exitosas que se han dado en países como China y Brasil. Las empresas pueden financiarse a través de una casa de bolsa por dos vías: la patrimonial (acciones) en la que los inversionistas pasan a ser dueños de parte de la misma y el camino de la deuda (bonos) donde los inversionistas se vuelven acreedores de la corporación.
Dado que el componente especulativo (causa de las intervenciones oficiales) se adueñó prácticamente del grueso de las casas de bolsa y sociedades de corretaje en el país por la estimulación cambiaria- creada desde el propio Gobierno según la opinión de muchos expertos-, cabe preguntarse ahora: cuál será el futuro de estas entidades y del mercado en general, en momentos en que la Asamblea Nacional afina los detalles del proyecto de ley que vendrá a redibujar las condiciones en las que las casas de bolsas que sobrevivan deberán actuar.

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